documentos de pensamiento radical

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domingo, 18 de enero de 2015

FONDO DE REPTILES




La boa constrictor guardando ochenta mil euros debajo de la cama
por si había que asar una vaca.

La iguana incluida en el ERE de SOS-Cuétara
porque venía muy estresada del País Vasco por el tema de ETA.

La cobra real gastando medio millón de euros en tragaperras,
coca, putas y copas.

El cocodrilo indultando a una salamanquesa que,
ya que los ERE’s pasaban por allí,
se quedó con un 4x4 y un BMW.

El lagarto metido a camello que,
para que no se fuera muy lejos,
le buscaron un empleo,
aunque su único trabajo
era ir en coche oficial a las Tres Mil Viviendas
por medios kilos de coca.

El dragón de Komodo que dice que es jovial pero no putero.

La culebrilla ciega que dice que no conoce de nada al anterior
aunque fue él quien lo sostuvo en el cargo durante diez años.

El gallipato incluido en el ERE de la empresa González Byass
donde figura como trabajador desde el día de su nacimiento.

El camaleón metido a alcalde de Valverde del Camino
que se prejubiló como minero en Riotinto.

El cocodrilo de Baeza que hizo lo propio en Mercasevilla
donde no había trabajado nunca.

El taipán recibiendo dinero para una feria de muestras
meses después de que ésta se hubiera realizado.

La mamba negra desviando fondos de formación de parados
para pagarse publicidad,
pancartas llamando a la huelga,
y la limpieza y mantenimiento de sus sedes.

La pitón reticulada prejubilando a dieciocho guepardos
en el ERE de un empresa de minusválidos.

El bejuco verde cobrando medio millón de euros
por impartir unos cursos de prevención de riesgos laborales.
Las víboras de cadenas llevándose el dinero público previsto para prejubilados
a comprar ladrillos en Rumanía, Brasil y la República Dominicana.

Las serpientes de cascabel cobrando más de seis mil euros por ir al Congreso.

Suegras, suegros, esposas, primos, amigos,
empresarios, comisionistas, delegados,
ministras, consejeros, presidentes,
abogados, directivos, sindicalistas,

reptiles, reptiles, reptiles…

menos mal que no eran
un fondo de sanguijuelas.


Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed, Amargord, 2014





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